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AGUAS TERMALES

La magia (o ciencia) de las aguas termales en la circulación

21 marzo, 2025

Las aguas termales han sido el elixir de elección de las personas en busca de relajación durante siglos. Desde los romanos hasta los spas modernos, sumergirse en estas aguas siempre ha sido un sinónimo de bienestar. Y, según dicen algunos, la circulación sanguínea mejora notablemente.

¿Es verdad o solo un efecto placebo?. Bueno, existen pruebas científicas que respaldan sus beneficios. No es solo esa sensación de ligereza que sientes después de un buen chapuzón.

Me recuerda la primera vez que probé un baño termal: entré como un tronco y salí sintiéndome como si flotara en otra dimensión. Cuestión de percepción, quizás. Pero basta de filosofía, vayamos a lo concreto.

Indice

¿Qué sucede en el cuerpo cuando te sumerges en aguas termales?

mujer sumergida en aguas termales en estado de

El calor del agua tiene un efecto directo en el sistema cardiovascular. Se produce la famosa vasodilatación (es decir, los vasos sanguíneos se expanden), lo que permite que la sangre fluya con mayor facilidad. Esto conlleva varios efectos interesantes:

♥️ Más oxígeno para los tejidos: Los músculos y órganos reciben un extra de oxígeno, lo que ayuda en la regeneración celular.
♥️ Reducción temporal de la presión arterial: Al ensancharse los vasos, la sangre circula con menos resistencia.
♥️ Mayor esfuerzo del corazón: Para mover la sangre con este cambio de presión, el corazón acelera su ritmo. Nada alarmante, claro, a menos que tengas un problema cardíaco.

La hidroterapia y la balneoterapia van más allá de las tendencias hipster; en medicina, se utilizan para tratar problemas circulatorios, insuficiencia venosa y varices. Así que si algún influencer dice que “las aguas termales cambian tu energía vital”, algo de verdad hay en ello.

Beneficios REALES para la salud vascular

Que un baño caliente relaja, todos lo sabemos. Pero en cuanto a la circulación, hay efectos comprobables:

Oxigenación y regeneración celular: La piel luce mejor y los tejidos se reparan más rápido.
Adiós, estrés: Los niveles de cortisol bajan, los músculos se relajan y de repente la vida parece más sencilla.
Menos hinchazón en las piernas: Gracias a la vasodilatación, las venas trabajan con mayor eficiencia.

Lo curioso es que, si combinas baños termales con contrastes de temperatura (frío-calor), mejoras la elasticidad de arterias y venas. Es como un entrenamiento de resistencia para tu sistema circulatorio.

Experiencia personal: ¿Cómo se siente la circulación después?

mujer pies en aguas termales por problemas de circulacion

Si nunca lo has probado, aquí va un adelanto: después de un baño termal, el cuerpo entra en “modo zen”, donde todo fluye mejor. Literalmente. El corazón late un poco más rápido, la piel se vuelve hipersensible y los músculos se sienten… livianos.

¿Es magia? No. Es pura fisiología.

Además, la parte sensorial también juega un papel importante: el olor a lluvia, el vapor envolviendo el ambiente y ese calorcito que permanece en la piel durante horas. Es casi un ritual.

Cómo sacarle el máximo provecho a un baño termal

Si quieres no solo relajarte, sino optimizar sus beneficios, toma nota:

👉 Temperatura ideal: 36-42°C. Ojo, más de 20 minutos seguidos puede ser contraproducente.
👉 Alterna con frío: Sumérgete en agua caliente por 15 minutos y luego pasa un par de minutos bajo agua fría. Repite.
👉 Hidrátate antes y después: El calor hace que pierdas líquidos.
👉 No es para todos: Si tienes hipertensión no controlada o problemas cardíacos graves, consulta a un médico antes de intentarlo.

Conclusión: ¿Relajación o terapia?

Ambas. Sumergirse en aguas termales no solo es un placer, sino una herramienta potente para mejorar la circulación. Los efectos se sienten casi de inmediato: cuerpo liviano, más energía y una sensación de “reset”. Como cuando reiniciabas la compu porque algo salió mal.

Si nunca has probado un baño termal, dale una oportunidad. No te prometo milagros, pero sí una mejora notable en cómo se siente tu cuerpo.

Sumérgete, relájate y deja que tu circulación haga lo suyo.

Preguntas Frecuentes

El efecto de las aguas termales en la circulación sanguínea es que la estimulan. Estas aguas también favorecen el flujo sanguíneo al dilatar los vasos y aumentar la oxigenación y el transporte de nutrientes en el cuerpo. El calor del agua relaja los músculos y alivia la presión en las arterias, facilitando así una mejor irrigación sanguínea.

Lo ideal es permanecer entre 15 y 30 minutos en el agua termal para activar la circulación sin sobrecargar el sistema cardiovascular. Permanecer demasiado tiempo puede generar fatiga o provocar una disminución de la presión arterial.

Sí, el calor del agua favorece la circulación y ayuda a reducir la inflamación, lo que puede aliviar los síntomas de las varices y la insuficiencia venosa. Sin embargo, en casos graves, es recomendable consultar a un médico antes de usarlas con fines terapéuticos.

El agua caliente dilata los vasos sanguíneos, mejorando el flujo sanguíneo y la oxigenación de los tejidos, mientras que el agua fría los contrae, estimulando el retorno venoso y reduciendo la inflamación. Alternar entre ambas temperaturas puede mejorar la circulación y fortalecer el sistema vascular.

Depende del caso. El agua caliente puede ayudar a relajar las arterias y reducir la presión arterial temporalmente, pero en personas con hipertensión severa podría provocar descensos bruscos de presión. Por ello, es recomendable consultar a un médico antes de tomar baños termales.

Sí, las personas con problemas cardiovasculares graves, trombosis o hipertensión no controlada deben evitar exposiciones prolongadas al calor de las aguas termales. Además, es importante no permanecer demasiado tiempo sumergido para prevenir bajadas de presión.

Sí, la combinación de baños termales y masajes activa aún más la circulación, ayudando a relajar los músculos y mejorar el retorno venoso. Un masaje después del baño termal puede potenciar los beneficios del agua sobre la circulación sanguínea.

Sí, al mejorar la circulación, el oxígeno y los nutrientes llegan más eficientemente a los tejidos, favoreciendo la regeneración celular y el buen funcionamiento del organismo.

El magnesio, el calcio y el sodio son minerales clave en el agua termal que ayudan a relajar los vasos sanguíneos, mejorar la elasticidad arterial y optimizar el flujo sanguíneo.

Sí, su uso regular puede mejorar la elasticidad de los vasos sanguíneos, reducir la inflamación y favorecer un sistema circulatorio más eficiente. Sin embargo, es importante no abusar del calor ni exceder el tiempo recomendado de inmersión.

Sí, el calor y los minerales del agua ayudan a reducir la retención de líquidos, mejorar el retorno venoso y aliviar la pesadez en las piernas. Alternar con agua fría puede potenciar el efecto.

La temperatura recomendada está entre 35 y 40°C. Un agua demasiado caliente puede generar efectos adversos, mientras que dentro de este rango se logra una vasodilatación óptima para mejorar la circulación.

Sí, pueden ayudar a mejorar la irrigación sanguínea y aliviar dolores musculares o articulares. Sin embargo, deben usarlas con precaución y evitar temperaturas extremas para prevenir bajadas de presión.

Se pueden complementar los efectos con una alimentación equilibrada, ejercicio regular, hidratación adecuada y técnicas de relajación como el yoga o la meditación, que también favorecen el flujo sanguíneo.

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